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Crítica de la razón pura - filosofia.

Publié le 02/06/2013

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Crítica de la razón pura - filosofia. 1 INTRODUCCIÓN Crítica de la razón pura, principal obra escrita por el filósofo alemán Immanuel Kant. Fue publicada en 1781 en alemán (título original: Kritik der reinen Vernunft) y fue reeditada (con alguna revisión) en 1787. 2 OBJETIVO DE LA OBRA Según el propio Kant, el propósito de esta obra era que la filosofía experimentara su propia "revolución copernicana". Cuestionar la razón como facultad de conocer y tomar conciencia de las limitaciones de la propia filosofía, en tanto que la metafísica quiere acceder a la condición de ciencia, es el propósito que Kant abordó en Crítica de la razón pura. Hasta entonces, en efecto, la metafísica oscilaba entre el empirismo (que no concebía ningún conocimiento fuera de la experiencia) y el racionalismo (que planteaba su objeto en lo absoluto). Kant intentaba eludir esta alternativa, demostrando que si, según David Hume, todo conocimiento supone la dimensión experimental del objeto, ésta implica también una disponibilidad innata en el sujeto. Y, de hecho, Kant se pregunta si es posible hacer de la metafísica una ciencia a semejanza de las matemáticas (donde son probadas demostraciones irrefutables) o de la física (que obtiene leyes que las experiencias confirman). Al examinar dichas ciencias, se observa que en el origen de su progresión se encuentran las proposiciones (o juicios) sintéticas a priori, en virtud de las que la razón presupone sus objetos, incluso en ausencia de éstos: "¿Cómo pueden nacer en nosotros proposiciones que no nos ha enseñado ninguna experiencia?". Ahora bien, si las proposiciones sintéticas son necesarias para las ciencias teóricas, la condición científica de la metafísica depende necesariamente de ellas; se trataría, en efecto, de definir su propio ámbito de investigación. Si éste se caracteriza, pues, por su aprioridad (trascendental) por oposición a la aposterioridad (experimental) de la física, es entonces la facultad de conocer la llamada a comparecer ante su propio tribunal: el instrumento de esta comparecencia es la Crítica, encargada de determinar los límites intrínsecos del "conocimiento de la razón en sí misma" y de trazar "el campo de su correcto uso (...) con una certeza geométrica". 3 LA INTUICIÓN: EL ESPACIO Y EL TIEMPO La Crítica de la razón pura comienza, pues, con una teoría de la sensibilidad intuitiva llamada estética trascendental. ¿En qué condiciones accede el ser humano a los datos empíricos? Se observa en este caso que el doble sentido, externo (el espacio) e interno (el tiempo) no supone una representación discursiva o a posteriori; en cambio, hace posible todas nuestras representaciones espaciales o temporales, emp&i...

« universales de la naturaleza.

Acotan el campo de la experiencia posible, fuera del cual ningún conocimiento objetivo es posible, ya que excede nuestro poder cognoscitivo.El entendimiento no se ocupa, pues, más que de los fenómenos , sean las cosas tal como nos parecen y no tal como son.

Fuera de la esfera fenomenal las cosas residen en sí, inaccesibles de hecho a la experiencia.

Por este motivo los poderes de la propia razón están limitados, porque “nuestro conocimiento proviene de dos fuentesfundamentales (...): la receptividad de las impresiones y la espontaneidad de los conceptos ”. 6 LAS ILUSIONES DE LA RAZÓN La dialéctica trascendental extrae así las consecuencias que se pretendían investigar.

La razón, constata Kant, aunque condicionada, no puede evitar razonar o especular sobre una última condición que daría razón, por así decirlo, de su condición, proyectándose espontáneamente en el mundo de las ideas suprasensibles.

Este paso al límite,que excede el campo definido por la estética, así como los poderes del entendimiento, es una ilusión natural propia de la razón misma.

De ahí el título de ilusiones trascendentales que Kant da a las ideas, por oposición a los conceptos.

Sobreestimadas en su valor y en el papel que se pretende que desempeñen, así le aparecen las ideas del alma (fruto en psicología de paralogismos), del mundo (fruto en cosmología de antinomias) y de Dios (fruto en teología del ideal de la razón); en cuanto a esto, lasideas no tienen más que una “apariencia dialéctica”, porque suponen un objeto sin predicado, una totalidad sin partes y una causa sin efecto.

O, dicho de otro modo, datosde los que no se puede tener ninguna experiencia concreta.

Ahora bien, estas ideas trascendentes salen en realidad, y respectivamente, de la inmanencia de una triple“unidad absoluta”: las del “sujeto pensante”, de la “serie de condiciones del fenómeno” y de la “condición de todos los objetos del pensamiento en general”.

Se puede,ciertamente, probar la existencia de Dios, argumentando pruebas ontológicamente (ideas), cosmológicamente (ser supremo) o físico-teológicamente (fin de fines)determinadas; pero supone descender del orden nounomenal (el de las cosas en sí) al orden fenomenal (el de los objetos posibles).

En prueba de lo cual, toda objeción equivaldría a una demostración, y viceversa.

La metafísica no puede pues dar lugar a un saber objetivo más que limitándose al uso prescrito por los objetos posibles de laexperiencia.

No obstante, concluye Kant, estas conjeturas no son sin embargo más que la expresión de un noble ideal. 7 LA ABROGACIÓN DEL SABER Por último, resta prevenir acerca de los usos abusivos de la razón determinando las “condiciones formales de un sistema completo de la razón pura” en una teoría trascendental del método .

Ello implica una disciplina y un canon.

Respectivamente, el ser humano debe abstenerse de imitar, en filosofía, el método matemático que desemboca en el dogmatismo, que induce a la polémica y al escepticismo metódico también cuestionados.

Que se proceda por hipótesis o que se administren pruebas, lacrítica pide que se les remita siempre al campo de la razón, a una moral que supone tres postulados: la libertad de la voluntad, la inmortalidad del alma y la existencia deDios.

Es así como, escribe Kant, “todo interés de mi razón (especulativa como práctica) está contenida en estas tres preguntas: ¿qué puedo saber? ¿qué debo hacer? ¿quéme está permitido esperar?” Estas preguntas, a las que la C rítica de la razón pura no responde más que a través de hipótesis decisivas, abren desde este momento el campo a una investigación respecto a la credibilidad de la razón: “he tenido que abrogar el saber para hacer un sitio a la fe” concluye Kant, antes de empezar la Crítica de la razón práctica (1788), que anuncia esta profesión de fe. Éste es el resultado de la amplia investigación crítica emprendida por Kant con respecto a la metafísica, con el doble título de “disposición natural” y de “ciencia”.

En elfondo, se trataba nada menos que de descubrir, “bajo la mirada crítica de una razón más elevada que ella, el punto de error de la propia razón”.

La razón, en efecto, tienepasiones que la dogmática ignora.

Así es como Kant elaboró como crítica una metafísica de la metafísica, según la cual la razón no podría dar razón de sí misma, más quecon la condición de permanecer en todo momento susceptible de fijar sus condiciones, sus objetos y sus límites intrínsecos. Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993--2008 Microsoft Corporation.

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