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Nueva Zelanda - geografía.

Publié le 31/05/2013

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Nueva Zelanda - geografía. 1 INTRODUCCIÓN Nueva Zelanda (nombre oficial inglés, New Zealand; nombre oficial maorí, Aotearoa, 'tierra de la blanca nube'), estado insular situado en el sur del océano Pacífico y miembro de la Commonwealth. Localizada a unos 1.600 km al sureste de Australia, comprende dos islas de gran extensión: la isla del Norte y la isla del Sur, separadas por el angosto estrecho de Cook y otras muchas islas de menor tamaño, entre las que se encuentra la isla de Stewart, situada al sur de la isla del Sur. Tiene una extensión de 270.534 km². Los territorios de ultramar gobernados por Nueva Zelanda son la Dependencia de Ross en la Antártida y Tokelau en el océano Pacífico, al norte del archipiélago de Samoa. Las islas Cook y las Niue, también en el Pacífico, son territorios autónomos asociados libremente a Nueva Zelanda. La capital del país es Wellington y la ciudad más grande es Auckland, ambas situadas en la isla del Norte. 2 TERRITORIO Y RECURSOS El paisaje de Nueva Zelanda queda expresamente definido por las líneas de falla que atraviesan el país, dividiéndolo en bloques. El movimiento de estos irregulares bloques de montañas que se crearon hace unos 26 millones de años, y que dominan la isla del Sur, son la causa de una constante actividad volcánica que caracteriza el centro de la isla del Norte. Ambas islas están claramente cortadas por las altas montañas, caso de los Alpes neozelandeses en la isla del Sur y de cordilleras de menor altitud localizadas en la isla del Norte. Casi tres cuartas partes de la isla del Sur y un quinto de la isla del Norte son de relieve montañoso, lo que hace que dos tercios de la superficie de Nueva Zelanda, estén entre los 200 y los 1.000 m sobre el nivel del mar, con más de 220 montañas conocidas que superan los 2.300 m. El monte Cook (en maorí Aorangi, 'el que traspasa las nubes'), situado en los Alpes neozelandeses, es, con sus 3.754 m de altitud, el pico más elevado del país. Nueva Zelanda es un país que cuenta con numerosas cuencas hidrográficas, pero los ríos son generalmente cortos, rápidos y de difícil navegación. Sólo la isla del Sur cuenta con grandes extensiones aluviales en las llanuras de Canterbury que se prolongan hasta el este de los Alpes neozelandeses. La cascada de Sutherland, con una caída de 580 m desde un valle inclinado próximo al estrecho de Milford, en la isla del Sur, es la quinta catarata más grande del mundo. Los lagos de Nueva Zelanda se localizan principalmente en los viejos cráteres volcánicos de la isla del Norte, como en el caso del lago Taupo, que ocupa 606 km², lo que le convierte en el mayor de Nueva Zelanda y de los valles glaciares asociados a los Alpes neozelandeses. La costa neozelandesa tiene 15.134 km de longitud, con bahías, fiordos, golfos y estrechos. La línea costera de la isla del Norte es bastante irregular, especialmente en la región meridional o área peninsular del norte de Auckland. La isla del Sur tiene pocas calas naturales, a excepción de la zona suroccidental, repleta de fiordos y estrechos. 2.1 La isla del Norte Esta isla tiene una extensión de 114.690 km² y cuenta con mayor potencial económico que la isla del Sur, además de ser la más poblada de Nueva Zelanda. En el centro de la isla hay una meseta volcánica que se eleva de forma abrupta desde la orilla meridional del lago Taupo. Es una zona volcánicamente activa y foco de frecuentes temblores y terremotos a pequeña escala. Los tres volcanes activos del área de la meseta son: el monte Ruapehu (2.797 m) y punto más elevado de la isla, el monte Ngauruhoe y el monte Tongariro, junto con varios géiseres, charcas cenagosas y manantiales de agua caliente (pertenecientes al Parque nacional de Tongariro). Al este y sur de la meseta, las cadenas montañosas se prolongan desde el cabo Este hasta el estrecho de Cook y sus vertientes occidentales son lugar de cría del ganado lanar y vacuno. Al oeste de la meseta volcánica, el relieve montañoso aporta una vía de acceso a las tierras de labranza de la zona de Taranaki. El monte Taranaki (Egmont), es un volcán extinto y aislado situado cerca del extremo occidental de la isla (donde se extiende el Parque nacional Egmont). El río Waikato (425 km de longitud), el más largo de Nueva Zelanda, parte del lago Taupo avanzando hacia el norte hasta su desembocadura en el mar de Tasmania, al oeste. Riega una de las regiones económicamente más importantes del país, localizada en los alrededores de Auckland. Entre las principales actividades económicas de esta región cabe destacar la silvicultura, la industria lechera y la fruticultura. Auckland domina un estrecho istmo que en algunos puntos no mide más de 10 km de ancho. Al norte de la ciudad, la región septentrional va adoptando poco a poco una flora y fauna de carácter subtropical, con playas arenosas a lo largo de la costa occidental y manglares que se extienden por la costa oriental. 2.2 La isla del Sur Esta isla tiene una extensión de unos 150.460 km². La cadena plegada de los Alpes neozelandeses se prolonga algo más de 480 km en dirección suroeste-noreste. Además del monte Cook, en esta cordillera hay otros quince picos que superan los 3.000 m de altitud y más de 300 glaciares; el más importante, y el más grande del país, es el glaciar de Tasmania, que se extiende al pie de la ladera oriental del monte Cook. Las vertientes occidentales de los Alpes son generalmente zonas forestales húmedas, mientras que las vertientes orientales destacan por su aridez y escasa altura. En su extremo septentrional, los Alpes se abren en numerosas cordilleras de menor altitud de las cuales, las orientadas al oeste son ricas en depósitos minerales. Más al sur, los Alpes están densamente arbolados y ofrecen numerosos entrantes ocupados por fiordos que configuran un espléndido escenario, como el del Parque nacional de Fiordland. El extremo suroriental de la isla comprende la meseta de Otago, área de altas planicies que fue en su día foco de la fiebre del oro y lugar donde hoy se concentra gran parte de la ganadería del país. Las llanuras de Canterbury constituyen el área de terreno llano más extensa de Nueva Zelanda y la región principal en cultivo de cereales. La mayoría de los ríos de la isla del Sur nacen en los Alpes y entre ellos cabe destacar el Clutha, que con sus 338 km se convierte en el más largo del país. Por otro lado, el lago más grande es el Te Anau que mide 342 km y está situado en la parte meridional de los Alpes neozelandeses. Véase Parque nacional del Monte Cook. 2.3 Clima Nueva Zelanda está localizada en una zona templada, por lo que su clima es normalmente suave y húmedo y las diferencias entre estaciones no son muy acusadas. La región septentrional es la que goza del clima más cálido, mientras que la vertiente suroccidental de los Alpes neozelandeses es la más fría. Las precipitaciones son por norma general de moderadas a abundantes, pues se recogen, como promedio, más de 500 mm al año, a excepción de una pequeña área en la parte meridional del centro de la isla del Sur. Las precipitaciones de carácter torrencial (unos 5.600 mm al año), se dan en torno al estrecho de Milford, en la costa suroccidental de la isla del Sur. El promedio de la temperatura en Wellington oscila entre los 20,1 ºC en enero (el mes más cálido) y los 5,6 ºC en julio (el mes más frío), mientras que la pluviosidad anual está en torno a los 1.230 mm de promedio. En Auckland, la temperatura en enero y julio oscila entre los 23,4 ºC y los 7,8 ºC respectivamente de promedio, con una precipitación anual de 1.851 milímetros. 2.4 Geología Algunas zonas de Nueva Zelanda tienen más de 550 millones de años. No obstante, el país, tal y como hoy se conoce, se formó casi en su totalidad durante la última fase de formación montañosa del periodo terciario (hace unos 26 millones de años). Las islas están dotadas de importantes cadenas de rocas sedimentarias de origen marino. Las más antiguas datan del periodo cámbrico, aunque las rocas que conforman el 75% de la actual Nueva Zelanda comenzaron su formación durante el periodo carbonífero (hace unos 315 millones de años). 2.5 Recursos naturales El recurso natural más importante de Nueva Zelanda es su propia tierra. Más de la mitad del suelo es apto para el cultivo y alrededor de una cuarta parte es zona forestal. En las islas principales se han encontrado depósitos minerales, pero de todos ellos sólo unos pocos son de valor comercial; los más significativos son los de carbón, oro, arenas ferruginosas y minerales industriales como la bentonita, piedra pómez, piedra caliza, arcilla, dolomita, arenas de cuarzo y grava. En bloques aislados, se han encontrado uranio y torio, aunque es posible que también existan depósitos mayores de estos minerales. Nueva Zelanda cuenta con ricos recursos energéticos; aparte de carbón tiene una meseta volcánica generadora de energía geotérmica, y cuenta además con el considerable potencial hidroeléctrico que suponen los rápidos del país y los importantes yacimientos de gas natural de la isla del Norte, en su costa suroccidental. 2.6 Flora y fauna El aislamiento de Nueva Zelanda de otros continentes y lo tardío de los asentamientos humanos en las islas (véase el capítulo de Población a continuación) han favorecido el desarrollo de una flora única en el mundo. De las 2.000 especies autóctonas, unas 1.500 son exclusivas del país; claros ejemplos de esta flora lo constituyen el kowhai dorado y el pohutukawa rojo. Antes del último poblamiento europeo a gran escala, la vegetación dominante de Nueva Zelanda era el bosque mixto de hoja perenne, que se daba especialmente en la cálida isla del Norte, además de espesos sotobosques poblados de musgos y helechos. La gran excepción la constituye la pradera de la meseta volcánica en la isla del Norte. Hoy, este denso bosque o monte bajo de arbustos sobrevive sólo en las zonas en las que no se permite el paso, en los parques nacionales y reservas naturales. La costa occidental de la isla del Sur contiene una de las áreas más grandes de bosques mixtos autóctonos, y además aporta la mayor cantidad de madera natural utilizada con fines comerciales, como es el caso del kauri, rimu, kahikatea y totara. Las tierras bajas de la isla del Sur son actualmente praderas que se elevan hasta los 1.525 m de altitud. Las falsas hayas autóctonas crecen en las bajas latitudes de los Alpes neozelandeses, mientras que en las zonas altas se da la vegetación alpina. Desde 1900 se han venido introduciendo gran cantidad de especies de flora exótica, en concreto las coníferas de rápido crecimiento y de gran importancia comercial, como es el caso del abeto de Douglas y el pino de California. La incorporación de algunas de estas especies ha causado serios problemas ecológicos; el tojo se ha convertido en una amenaza para la flora autóctona, pues prolifera de forma rápida, tanto por terreno rico como pobre, a expensas de otras especies. Al contrario de lo que ocurre con la rica flora autóctona, Nueva Zelanda cuenta con pocas especies animales propias. Cuando tuvo lugar el primer asentamiento maorí, Nueva Zelanda contaba con dos especies de lagartos: el geco y el tuátara --especie residual prehistórica que mantiene un tercer ojo--, varias clases de ranas y dos especies de murciélagos que son considerados los únicos mamíferos autóctonos. Los primeros asentamientos de colonos de raza blanca encontraron aquí una especie característica de perro y rata negra traída por los maoríes, y que hoy está prácticamente extinguida. La fauna actual de Nueva Zelanda engloba el ciervo rojo, conejos comunes, cabras, cerdos, comadrejas, hurones y la zarigüeya australiana; todos descendientes de las primeras especies apuntadas por los colonizadores. Sin la presencia de depredadores --en Nueva Zelanda no hay serpientes--, estos animales se han multiplicado de una forma incontrolada y son los causantes de graves daños del medio ambiente, aunque también han permitido que el país pueda albergar una enorme variedad de aves, entre las que se encuentran veintitrés especies únicas. Las variedades autóctonas son aves canoras como el bellbird y el tiu que, aunque incapaces de volar, son las más asociadas a Nueva Zelanda. El avestruz tipo moa, hoy extinguido, constituyó en su día la familia de aves no voladoras más numerosa. El kiwi es la más conocida de las especies actuales sin dejar de mencionar el kakapo, el takahe y el weka. La escasez de hábitat y la caza indiscriminada en el pasado han hecho que la mayoría de las familias autóctonas de animales y muchas especies de aves estén hoy fuertemente protegidas ya que se encuentran en peligro de extinción. El gorrión, el mirlo, el tordo, la alondra, la urraca y la mina se encuentran entre las especies importadas que más se han desarrollado, aunque en Nueva Zelanda también abundan las variedades de aves marinas y aves migratorias. Muchos de los ríos del país acogen una gran diversidad de pescado para consumo doméstico, como el chanquete, la anguila, la lamprea y crustáceos de río como el cangrejo. La trucha y el salmón son de importación. En las aguas oceánicas de los alrededores confluyen corrientes frías y cálidas, lo cual permite que sean ricas en especies marinas. Las corrientes cálidas aportan atún, pez volador y aguja, además de tiburones atraídos por las especies locales como el snapper y el trevally. Por otro lado, las corrientes frías traen bacalao azul, mientras que el hapuku y el tarakihi se localizan a lo largo de toda la costa. Entre los mariscos destacan las ostras, mejillones y toheroas como variedades comestibles. 2.7 Temas medioambientales Nueva Zelanda tiene una biota notable y aproximadamente el 75% de las especies son endémicas. Sus recursos naturales, en el pasado abundantes, han estado bajo presión desde la primera colonización conocida de seres humanos, con la llegada de los antepasados de los maoríes. La cultura europea aceleró el declive de muchas especies, diezmó casi todos los bosques de kauri y acabó con especies que habían sido abundantes como el moa, un ave gigantesca similar al avestruz. La mayoría de los bosques originales de Nueva Zelanda han desaparecido y la superficie de bosque del país ronda ahora el 30,7%, si bien gran parte de ella ha sido poblada con coníferas importadas tanto en bosques comerciales como en zonas de malezas. Nueva Zelanda genera el grueso de su energía a partir de recursos hidroeléctricos debido a sus numerosas corrientes de montaña. Utiliza en menor medida los combustibles fósiles. Su paisaje con gran actividad volcánica ha permitido que la energía geotérmica adquiriera una moderada importancia. Al contrario de muchos otros países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el suministro de energ&ia...

« arenas ferruginosas y minerales industriales como la bentonita, piedra pómez, piedra caliza, arcilla, dolomita, arenas de cuarzo y grava.

En bloques aislados, se hanencontrado uranio y torio, aunque es posible que también existan depósitos mayores de estos minerales. Nueva Zelanda cuenta con ricos recursos energéticos; aparte de carbón tiene una meseta volcánica generadora de energía geotérmica, y cuenta además con el considerablepotencial hidroeléctrico que suponen los rápidos del país y los importantes yacimientos de gas natural de la isla del Norte, en su costa suroccidental. 2.6 Flora y fauna El aislamiento de Nueva Zelanda de otros continentes y lo tardío de los asentamientos humanos en las islas (véase el capítulo de Población a continuación) han favorecido el desarrollo de una flora única en el mundo.

De las 2.000 especies autóctonas, unas 1.500 son exclusivas del país; claros ejemplos de esta flora lo constituyen el kowhaidorado y el pohutukawa rojo.

Antes del último poblamiento europeo a gran escala, la vegetación dominante de Nueva Zelanda era el bosque mixto de hoja perenne, que sedaba especialmente en la cálida isla del Norte, además de espesos sotobosques poblados de musgos y helechos.

La gran excepción la constituye la pradera de la mesetavolcánica en la isla del Norte.

Hoy, este denso bosque o monte bajo de arbustos sobrevive sólo en las zonas en las que no se permite el paso, en los parques nacionales yreservas naturales.

La costa occidental de la isla del Sur contiene una de las áreas más grandes de bosques mixtos autóctonos, y además aporta la mayor cantidad demadera natural utilizada con fines comerciales, como es el caso del kauri, rimu, kahikatea y totara.

Las tierras bajas de la isla del Sur son actualmente praderas que seelevan hasta los 1.525 m de altitud.

Las falsas hayas autóctonas crecen en las bajas latitudes de los Alpes neozelandeses, mientras que en las zonas altas se da lavegetación alpina. Desde 1900 se han venido introduciendo gran cantidad de especies de flora exótica, en concreto las coníferas de rápido crecimiento y de gran importancia comercial, comoes el caso del abeto de Douglas y el pino de California.

La incorporación de algunas de estas especies ha causado serios problemas ecológicos; el tojo se ha convertido enuna amenaza para la flora autóctona, pues prolifera de forma rápida, tanto por terreno rico como pobre, a expensas de otras especies. Al contrario de lo que ocurre con la rica flora autóctona, Nueva Zelanda cuenta con pocas especies animales propias.

Cuando tuvo lugar el primer asentamiento maorí,Nueva Zelanda contaba con dos especies de lagartos: el geco y el tuátara —especie residual prehistórica que mantiene un tercer ojo—, varias clases de ranas y dos especiesde murciélagos que son considerados los únicos mamíferos autóctonos. Los primeros asentamientos de colonos de raza blanca encontraron aquí una especie característica de perro y rata negra traída por los maoríes, y que hoy estáprácticamente extinguida.

La fauna actual de Nueva Zelanda engloba el ciervo rojo, conejos comunes, cabras, cerdos, comadrejas, hurones y la zarigüeya australiana; todosdescendientes de las primeras especies apuntadas por los colonizadores.

Sin la presencia de depredadores —en Nueva Zelanda no hay serpientes—, estos animales se hanmultiplicado de una forma incontrolada y son los causantes de graves daños del medio ambiente, aunque también han permitido que el país pueda albergar una enormevariedad de aves, entre las que se encuentran veintitrés especies únicas.

Las variedades autóctonas son aves canoras como el bellbird y el tiu que, aunque incapaces devolar, son las más asociadas a Nueva Zelanda.

El avestruz tipo moa, hoy extinguido, constituyó en su día la familia de aves no voladoras más numerosa.

El kiwi es la másconocida de las especies actuales sin dejar de mencionar el kakapo, el takahe y el weka.

La escasez de hábitat y la caza indiscriminada en el pasado han hecho que lamayoría de las familias autóctonas de animales y muchas especies de aves estén hoy fuertemente protegidas ya que se encuentran en peligro de extinción.

El gorrión, elmirlo, el tordo, la alondra, la urraca y la mina se encuentran entre las especies importadas que más se han desarrollado, aunque en Nueva Zelanda también abundan lasvariedades de aves marinas y aves migratorias. Muchos de los ríos del país acogen una gran diversidad de pescado para consumo doméstico, como el chanquete, la anguila, la lamprea y crustáceos de río como elcangrejo.

La trucha y el salmón son de importación.

En las aguas oceánicas de los alrededores confluyen corrientes frías y cálidas, lo cual permite que sean ricas enespecies marinas.

Las corrientes cálidas aportan atún, pez volador y aguja, además de tiburones atraídos por las especies locales como el snapper y el trevally.

Por otrolado, las corrientes frías traen bacalao azul, mientras que el hapuku y el tarakihi se localizan a lo largo de toda la costa.

Entre los mariscos destacan las ostras, mejillones ytoheroas como variedades comestibles. 2.7 Temas medioambientales Nueva Zelanda tiene una biota notable y aproximadamente el 75% de las especies son endémicas.

Sus recursos naturales, en el pasado abundantes, han estado bajopresión desde la primera colonización conocida de seres humanos, con la llegada de los antepasados de los maoríes.

La cultura europea aceleró el declive de muchasespecies, diezmó casi todos los bosques de kauri y acabó con especies que habían sido abundantes como el moa, un ave gigantesca similar al avestruz.

La mayoría de losbosques originales de Nueva Zelanda han desaparecido y la superficie de bosque del país ronda ahora el 30,7%, si bien gran parte de ella ha sido poblada con coníferasimportadas tanto en bosques comerciales como en zonas de malezas. Nueva Zelanda genera el grueso de su energía a partir de recursos hidroeléctricos debido a sus numerosas corrientes de montaña.

Utiliza en menor medida los combustiblesfósiles.

Su paisaje con gran actividad volcánica ha permitido que la energía geotérmica adquiriera una moderada importancia.

Al contrario de muchos otros países miembrosde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el suministro de energía por unidad de producto nacional bruto (PNB) está en aumento desde1970.

Al igual que en otras áreas urbanas del mundo, la contaminación industrial y por automóviles en Auckland, que es la principal ciudad, es un problema, si bien lasconcentraciones de contaminantes como el dióxido de azufre han descendido significativamente entre 1980 y 1990.

Además la agricultura juega un papel relativamenteimportante, y el índice que refleja el uso de fertilizantes y pesticidas está entre los más altos del mundo. En 1987, la administración de programas de conservación en Nueva Zelanda creó un sistema más eficiente y con gestión centralizada, además de ampliar la superficieprotegida.

Los nativos maorí e iwi participan de las decisiones políticas.

Actualmente cerca de un 19,6% (2007) del país está protegido, distribuido entre varios parquesnacionales y numerosas reservas de otro tipo.

Se han designado dos reservas bajo los auspicios del Convenio sobre el Patrimonio de la Humanidad, y se han declaradocinco áreas de humedales protegidos bajo el Convenio de Ramsar.

La política del gobierno de Nueva Zelanda es asegurar una utilización sostenible de los recursosnaturales. Las amenazas más serias a la ecología de Nueva Zelanda provienen de las especies importadas.

Se han introducido unas 2.000 especies exóticas, incluidas al menos 30especies de aves, 20 especies de mamíferos, además de numerosas especies de avispas europeas y abejas.

Los animales exóticos más problemáticos son los falangeros ylas cabras salvajes.

Las plantas introducidas rivalizan en número con las especies nativas conocidas.

Las coníferas exóticas actúan como invasoras en algunas zonas y estándesplazando rápidamente a la flora nativa. Nueva Zelanda es un país medioambientalmente activo en el océano Pacífico sur, y participa en varios acuerdos de conservación importantes, especialmente los relativos ala vida marina.

Entre otros acuerdos medioambientales internacionales ratificados figuran el Protocolo Medioambiental del Antártico, el Tratado del Antártico y conveniosrelativos a biodiversidad, cambios climáticos, especies en peligro de extinción, cambios medioambientales, residuos peligrosos, vertidos marinos, prohibición de realizarensayos nucleares, capa de ozono, madera tropical (1983), humedales y caza de ballenas. 3 POBLACIÓN Nueva Zelanda fue una de las últimas áreas aptas para el asentamiento del hombre.

Los primeros pobladores fueron los maoríes, un pueblo polinesio que llegó aquí haceunos 1.000 años.

Los asentamientos europeos no comenzaron hasta la década de 1820, pero en la actualidad aproximadamente el 88% de los neozelandeses sondescendientes de europeos, en especial de británicos; el 8,9% son de origen maorí; un 2,9% procede de otras islas del Pacífico, en concreto Samoa, islas Cook, Tonga y. »

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