Devoir de Philosophie

FIGURAS CASTELLANAS

Publié le 16/09/2014

Extrait du document

 

Lleg6 la hora de corner y todos sacaron de sus boisas unos papelotes aceitosos v los panes morenos, como de cuero. Los colocaron sobre el s-itelo polvoriento y, abriendo sus navajas, cornenzaron la tarea diaria.

Cogian los manjares pobrisimos con las manazas de piedra, re lus llevaban a la boca con una religiosa unci6n y después se limpiaban en sus pantalones.

La mesonera repartia vino tinto en vasos sucios de cristal, y cornu cran muchas las moscas que volaban sobre los pozuelos dulzones, estas se caian a pares sobre las vasijas, siendo sacadas de la muerte por los sarmentosos dedos de la duefia.

Liegaban tufaradas sofocantes de tocino, de cuadra, de campo soleado.

En un rinc6n, entre unos sacos y tablas, el mozuelo que se desperezaba engullia unas sopas coloradas que la criada le servia entre riras e intentos a ciertas cosas poco decorosas.

Con el vino y la comida los viajeros se alegraron, y alguno, ends content() o nuis triste que los &mas, tarareaba entre dientes una monorritmica canciôn.

Y lue sonando la una y la una y media y las dos, y todo igual.

Sigui6 el desfile de tipos campesinos, que todos parecen iguales con sus ojos siempre entornados por la costumbre de mirar toda la vida al campo y al sol..., y pasaron esas mujeres, que son un haz de sarmientos, con los ojos enfermos y los cuerpos gibosos, que van con gestos de sacrificadas a que las curen en la vecina ciudad ; y desfilaron Ias mil figuras de tratantes, con sus latigos en la faja, que son muy altos, y los rumbosos de las posadas, y esos hombres castellanos, esclavos por naturaleza, muy finos y comedidos, que tienen afin el miedo al sefior feudal y que al

hablarles siempre contestan Sefior !... Sefior !... «, y los que

son ql e otras regiones, que hablan exagerando la palabra para Hamar la atenci6n... Y hasta se asomô por aquella escena pin-toresca el prestidigitador que va de pueblo en pueblo sacàndose tintas de la boca y variando las rosas de color... Y dieron las dos y las dos y media, y todo igual... Como ya habia sombra en la puerta, a ella se salieron todos Ios personajes para gozar del aire perfumado de los cerros.

Solamente quedaron dentro, adormilados afin y cubiertos de moscas, dos vejetes muy apagados que, con las camisas entrea-biertas, enseriaban un inech6n de pela cano de sus pechos, corn() mostrindonos la muerta bravura de su juventud.

Afuera se respiraba e1 aire sonado por los montes, que traia en su aima el secreto mas agradable de los olores.

« COMENTARIO 1 c· J>or qué el autor llama al corner" larea diaria n ? 2 c· Qué elernentos componen el anibientc del mes6n ? 3 Comente n nids con!ento o nuis triste que los demâs." 4 c' C6mo el rigor de la meseta casfellana y el dura trajinar de la:; niujeres han tallado aquellos seres ? 5 c· Par qué se distinguen los tratantes de lus dos primeras series de figuras ? 6 ,f Del misrno niodo, parqué unos se contentan con confestar de 1nodo obsequioso y otros exageran la palabra ? 7 ~· Qué caracter da a Ioda la csccna la i11!trve11ci/1n del prestigitador ? 8 A Yiadiendo a la ùnpre.c,Î!)n que dcja11 todas las figuras la de los vejetes, intente sacar el retrato del ge11io castella~w.

9 ,.

,\To hay en la ûltima /rase con10 un desahogo después de presenciar el desfile par el 1nes6n de aquelles seres abr1nnados, mtis o menas, por la aspereza de la vida ? EJERCICIO GRAMATICAL J'habitais avec n1on tuteur unP- maison toute en longueur dont chaque porte-fenêtre donnait sur la ville.

Ses côtes offraient des criques bien abritées dont l'eau était peu profonde et où l'on pouvait pêcher des moules.

et ùes oursins.

\~oicî _un chanteur dans la voix héroïque duquel ravonnent Jp soleil et la joie.

· Cette voix remplaçait pour moi la douce harmonie au son de laquf'lle le père de .:viontaigne éveillait :;.on fils.

Je ne suis pas si convaincu de notre ignorance par les choses qui sont, et âont la raison nous est inconnut:, que par celles qui ne sont point, et dont nous trouvons la raison.

Il y avait autrefois un bel aigle, dont le vol était admiré dans toutes les latitudes du monde.

Il revînt bientôt accompagné de son ho1n1ne, qu'il me présenta et dont il tne loua fort la probité.

TEMA Bohémiens.

- Nous faisions, à époque fixe, ùes rencontres palpitantes.

r:automne, quand les ro1nanichels descendaient vers l'Espagne, attirés vers le soleil, incapables de s'en passer, nous trouvions leurs roulottes échelonnées sur la route, les bêtes au piquet le long des talus.

J)e grands feux crépitaient sous des trépieds ; tout un peuple en ha,illons grouillait autour.

Leur nonchalance d'allure, leur teint cuivré, leurs cheveux crépelés, leurs yeux veloutés et ardents, les cercles d'or qui trouaient leurs oreilles, ce je ne sais quoi de libre et d'énigma­ tique émané d'eux nous retenait irrésistiblement.

Alors ...

ils poussaient du pied au milieu de la chaussée un de leurs ours et le faisaient danser en battant du tambourin.

Ils chantaient en !nême te1nps un de ces airs gutturaux, poignants et mordants à la fois, d'une tristesse sauvage, comme un vent de la steppe, venus du fond de l'humanité errante, qu'ils savent seuls ...

- 35 - J.

de PESQuruoux Le Livre de Jlaison. »

↓↓↓ APERÇU DU DOCUMENT ↓↓↓

Liens utiles