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Literatura brasileña - idiomas.

Publié le 30/05/2013

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Literatura brasileña - idiomas. 1 INTRODUCCIÓN Literatura brasileña, recorrido histórico a través de los autores y las obras literarias escritas en Brasil desde el siglo XVI hasta nuestros días. En ella pueden distinguirse, según António Cândido, tres etapas: 1. la etapa de las manifestaciones literarias (del siglo XVI a mediados del XVIII); 2. la etapa de la configuración del sistema literario (de la primera mitad del siglo XVIII a la segunda mitad del XIX); 3. la etapa del sistema literario consolidado (de la segunda mitad del siglo XIX a nuestros días). En esa simbiosis medio-literatura está la raíz de las formas expresivas, que reflejan la realidad y las maneras de ver y sentir el mundo. Desde el punto de vista literario interesa destacar la evolución de las formas estéticas que corresponden a los grandes estilos artísticos que tuvieron representación en Brasil y, por tanto, la descripción del proceso evolutivo de la cultura, como integración de los estilos. La primera etapa corresponde al barroco literario; la segunda a las transformaciones del barroco, a los intentos de renovación arcádica y neoclásica y al romanticismo y sus prolongaciones; la tercera, a las tendencias de finales del siglo XIX, al modernismo brasileño y al posmodernismo. 2 PRIMERAS MANIFESTACIONES LITERARIAS Corresponde estéticamente al barroco literario. Los ciclos de ocupación de la tierra se sucedieron, aunque el proceso se desarrolló de manera intermitente, en consonancia con las posibilidades demográficas y los intereses económicos. Del litoral al interior se fueron definiendo manchas de poblamiento que originaron islas culturales. Éstas, según Viana Moog, fueron las simientes de la literatura regionalista que ha estado presente a lo largo de toda la historia literaria del país. En esta primera fase es visible la presencia de Europa: ibérica en el barroco, italiana en el arcadismo, francesa en el iluminismo. 2.1 Los cronistas Se define además la mediación de la metrópolis en la transposición de valores estéticos de la Arcadia y de la Ilustración. Las manifestaciones literarias significativas en los tres siglos iniciales responden, ante todo, al problema de la expansión ultramarina. La Carta de Pero Vaz de Caminha, que oficializa para Portugal la nueva posesión de las tierras, así como el Diario de Navegación (1530) de Pero Lopes y Martim Afonso de Souza pueden incluirse en la literatura de viajes, género que se define en el siglo XV en Portugal de manera simultánea a las travesías de los navegantes. El proceso expansionista, desplazándose hacia la tierra, se desdobla en la colonización. Superado el problema inicial de los itinerarios, se impuso la preocupación por la tierra desconocida y, ante todo, el desafío, dado su carácter inexplorado. Más aún, exigía la búsqueda de soluciones para la resistencia, la agresividad y la actitud indomeñable de los indios. Esa preocupación se deriva en la imprescindible necesidad de registrar informaciones y organizar repertorios y catálogos. Son importantes, por tanto, los textos de información, entre ellos el Tratado de la tierra del Brasil (1570) y la Historia de la provincia de Santa Cruz (1576), de Pero de Magalhães Gandavo; Narrativa epistolar y el Tratado de la tierra y de la gente del Brasil (1587), de Gabriel Soares; Diálogo de las grandezas del Brasil (1618), de Ambrósio Fernandes Brandão; Diálogo sobre la conversión de los gentiles, del padre Manuel da Nóbrega; Historia del Brasil (1627), de fray Vicente do Salvador; Cartas jesuíticas (tres primeros siglos). Esos textos, escritos por portugueses, católicos y humanistas, describen geográficamente la tierra y las costumbres de los habitantes de la selva, y dejan entrever las expectativas por el encuentro de oro y de plata. Alaban la tierra, en provecho del reino. Los textos jesuíticos revelan, como telón de fondo, la preocupación misionera, alimentada por el clima tridentino (véase Concilio de Trento), aun cuando se acuda a los recursos literarios de la poesía o del teatro. Así ocurre con José de Anchieta (15331597), de origen canario, poeta y dramaturgo, autor de autos (Auto representativo de la fiesta de San Lorenzo, 1583) y de poemas que continúan la tradición medieval española y portuguesa, en metros breves (Del Santísimo Sacramento, A Santa Inés). 2.2 Primeras manifestaciones teatrales El teatro se relaciona con los villancicos ibéricos, centrándose en el antagonismo entre ángeles y demonios, bien y mal, vicio y virtud. En los poemas épicos, Anchieta revela la influencia de Virgilio. El carácter políglota de muchas poesías y autos expresaba una actitud de adaptación al medio. La palabra escrita se ajustaba a la nueva realidad al intentar inculcar valores portugueses y cristianos en la población autóctona y en la mestiza que se iba conformando. Esos primeros escritos, hechos en Brasil, sobre Brasil, de acuerdo con criterios estéticos vigentes en occidente, reflejan relaciones con estilos de vida y arte del tiempo. Importan porque se trata de una literatura imaginativa, posible raíz del mito ufanista (vanagloria por la riqueza y las bellezas naturales del país, el término ufanismo se derivó del libro Por que me ufano do meu país, del conde Afonso Celso), que se proyecta a través de los siglos hasta la época contemporánea. 2.3 Los estilos Desde el punto de vista estético, en los tres primeros siglos aparecen en las manifestaciones literarias el barroco, el neoclásico y el arcádico. La organización estética de la prosa sólo se define con el estilo barroco, en su proceso de identificación ilusoria y sensorial, visible en los juegos de palabras, en los retruécanos, en los enigmas. Conceptismo y culteranismo, en la mejor tradición cultural ibérica, mezclan lo mitológico con lo descriptivo, la alegoría con el realismo, lo patético con lo satírico, lo idílico con lo dramático. La literatura brasileña nació con el barroco, de la mano de los jesuitas. Merecen destacarse el padre António Vieira, Bento Teixeira, Gregório de Matos Guerra y Manoel Botelho de Oliveira, secundados por fray Manoel de Santa Maria Itaparico, el padre Simão de Vasconcelos, fray Manuel Calado y Francisco de Brito Freire. Muchos de esos autores, no siempre integrantes de la Compañía de Jesús, se educaron en los colegios jesuíticos que se levantaban al lado de las iglesias, focos de transmisión de la cultura metropolitana, en sus aulas de letras y humanidades. En ellas se filtraba hacia la colonia la tradición portuguesa de la retórica, base de la formación intelectual y literaria, preocupada por enseñar a persuadir hablando y escribiendo. Se cultivaba también la postura intelectual de la imitación de modelos, realizada en los escritos de esos primeros autores, en diversos grados: de la inspiración hasta la glosa y la traducción. La literatura brasileña de esta primera fase sigue el ritmo lusitano de la época. El padre António Vieira, jesuita y catequista, orador sagrado, se impuso por sus escritos, donde se revelan rasgos europeos, portugueses y brasileños. Entre los Sermones (15 volúmenes), son de particular interés para la literatura brasileña el "Sermón del primer Domingo de Cuaresma" (1653), que gira sobre el tema de la extinción de la esclavitud india, y el "Sermón XIV del Rosario" (1633), sobre los esclavos negros. En la Historia del Futuro escribe un tratado sobre la profecía donde defiende la mística del 5º imperio del mundo, que sería portugués con sede en Brasil, y por el que tuvo que rendir cuentas ante la Inquisición por sus deslices heterodoxos. De estilo barroco, fue el mayor orador sagrado de Brasil. Sus discursos son minuciosos, llenos de alegorías que revelan la agudeza de su raciocinio. Bento Teixeira (1561-1600), cristiano nuevo portugués, nacido en Oporto y residente en Pernambuco, escribió la Prosopopeya para exaltar al tercer donatario de la Capitanía de Pernambuco, Jorge de Albuquerque Coelho. Obra barroca, que toma Los Lusíadas de Camões como modelo, exalt...

« inserta en sus escritos antítesis, equívocos y juegos de palabras tomados de los modelos de Góngora y Quevedo.

Su obra está recorrida por profundos dualismos:religiosidad y sensualismo, misticismo y erotismo, valores terrenos y aspiraciones espirituales. Manoel Botelho de Oliveira (1638-1711) publicó en 1705 Música del Parnaso (dividida en cuatro coros de rimas portuguesas, castellanas, italianas y latinas) con un contrapunto cómico presente en dos comedias: Hay amigo para amigos, y Amor, engaños y celos. Poeta letrado, sigue los modelos de Marino, Luis de Góngora y Lope de Vega.

Entre sus procedimientos estilísticos se destacan la analogía y la acentuación de los contrastes. Fray Manoel de Santa Maria Itaparica, nacido en Bahía en 1704, escribió una epopeya sagrada, Eustáquidos (1769), imitación de los épicos, y un poema, Descripción de la ciudad de la isla de Itaparica. Fray Manuel Calado escribió sobre la defensa de la tierra contra los invasores extranjeros, Valeroso Lucideno (1648), y Francisco Brito Freire, La nueva Lusitania (1675). No debe asombrar, en esta primera fase, el tenor de las manifestaciones literarias: primero, porque hay una frágil vida intelectual en la colonia, comprensible en la medidaen que la colonización fue un fenómeno típicamente burgués, con rasgos empresariales tendientes, sobre todo, a la producción y al comercio del azúcar.

El gran desafíoresidía en el descubrimiento de técnicas que permitiesen la vida en un medio extraño.

No había público para la producción literaria ni interés en ella, en un medio acríticopara la vida cultural.

No obstante, no hubo deseuropeización: las estructuras generales del mundo que se estaba construyendo eran genuinamente portuguesas, aun conformas más o menos atenuadas.

Las manifestaciones literarias fueron, pues, desdoblamientos de la literatura portuguesa, que aún no había desarrollado de manera caballos géneros literarios.

Así, la literatura barroca producida en la colonia acabó siendo de calidad inferior, salvo raras excepciones.

La propia obra de Anchieta, la más altaexpresión del barroco en su tiempo, no tuvo un valor estético de primera magnitud. 3 CONFIGURACIÓN DEL SISTEMA LITERARIO Abarca este periodo las transformaciones del barroco, los intentos de renovación arcádica y neoclásica y el romanticismo.

El inicio del siglo XVIII deja entrever el declive delbarroco y la apertura a la ilustración, ligada ésta a las transformaciones estéticas de las academias.

La tónica del periodo es la búsqueda de una ruptura con el estiloartificioso hasta entonces imperante.

En Brasil esta búsqueda es paralela al desplazamiento del eje político de Bahía a Río de Janeiro (1760) y a la aparición de oro en MinasGerais. Así, no debe extrañar que haya surgido en esas áreas un movimiento cultural ligado a la crisis del colonialismo y a las aspiraciones de independencia política.

José de SantaRita Durão (1722-1784) escribió el poema épico Caramuru (1781), donde se hace un balance de la colonización en medio de una descripción hiperbólica de la naturaleza. Se retratan las costumbres de los indios, se exaltan la fe y la defensa de la tierra contra los invasores.

José Basílio da Gama (1741-1795), con una mentalidad ilustrada yantijesuítica, escribió Uruguai (1769), donde describe el choque de la cultura blanca con la indígena y adopta líricamente una actitud complaciente con los salvajes. 3.1 La Arcadia Con la Arcadia, corriente de procedencia italiana, se instaló la forma neoclásica que tiene su mayor constante en la noción de la naturaleza, identificada con la pureza y labondad.

En Brasil el movimiento surgió con los poetas de la llamada Escuela Mineira: Cláudio Manoel da Costa, Tomás Antônio Gonzaga, Alvarenga Peixoto, SilvaAlvarenga.

Se inicia con las Obras poéticas (1768) de Cláudio Manoel da Costa (1729-1789).

En sus sonetos y églogas, así como en el poema épico Vila Rica (c.

1773), deja entrever influencias petrarquistas y camonianas, además de los rasgos distintivos de su tierra natal.

Recurre al motivo de la metamorfosis, traduciendo la realidad brasileñaen términos de tradición clásica. Al incorporar el individualismo y el sentimiento de la naturaleza, el arcadismo mineiro inicia el lirismo personal.

En esta línea, Tomás Antônio Gonzaga (1744-1810),escribió una colección de poemas de amor dedicados a Marília, en el que hay un análisis personal y reflexiones sobre el destino con una visión horaciana del mundo.

Esautor también de las Cartas chilenas (1789), poema satírico contra el gobernador de Minas y la sociedad de su tiempo.

Silva Alvarenga (1749-1814) escribió el poema heroico-cómico El desertor (1774), en el que apoya las reformas educativas del marqués de Pombal.

En Glaura (1799), incluye una serie de madrigales y poemas breves. Souza Caldas (1762-1814), rousseauniano y liberal, escribió el poema didáctico Las aves, una epístola en verso y prosa donde se rebela contra los modelos grecolatinos, además de un libro de cartas, donde sobresalen las ideas de emancipación. 3.2 El romanticismo Con el traslado de la familia real en 1808 y el establecimiento de la corte en Río de Janeiro, hubo sucesivos progresos en la vida intelectual, que se expresaron con eldesarrollo de la prensa y la publicación de periódicos.

Después de la independencia (1822), se destacan la prosa patriótica, el ensayo político, el sermón nacionalista, loscuales, si no fueron muy significativos literariamente, sí lo fueron para la definición nacional.

El rasgo más importante es la definición de la conciencia diferenciadora de laliteratura portuguesa y brasileña. Desde el punto de vista literario, ese momento coincide con el romanticismo, en el que predominaron las influencias literarias europeas a las que se incorporaron lasproducciones de la colonia, empeñada en un esfuerzo por ser diferente, lo que abre el camino a las reivindicaciones de autonomía nacionalista.

Caracterizan al espírituromántico, además, el individualismo, el subjetivismo, el irracionalismo, el sentimiento de misterio, el escapismo, el reformismo, el sueño, la fe, el culto a la naturaleza, elretorno al pasado, lo pintoresco, la exageración.

Entre los rasgos formales y estructurales, sobresalen la ausencia de reglas y formas prescritas y la preferencia por lametáfora.

El romanticismo, configurado en las tres primeras décadas del siglo XIX, plenamente consolidado en la segunda mitad del mismo siglo, se desarrolló a través deondas generacionales sucesivas y acabó definiendo una estética y un estilo, compuesto de elementos formales y espirituales.

La nueva estética abarcó la poesía, la ficción yel drama, además de la crítica. 4 DESDE EL NACIONALISMO ROMÁNTICO Memorias de un sargento de miliciasMemorias de un sargento de milicias, la única novela que escribió Manuel Antônio de Almeida, fija la tradición de la narrativa urbanaal retratar la vida en Río de Janeiro en la época del rey Juan VI.

Alrededor de Leonardo Pataca, personaje central de la obra, el autorofrece un mundo de vagabundos e ingenuos, policías y listillos.

Retrata más los tipos sociales que la psicología de los personajes.Publicó también un drama lírico, Dos amores (1861), y algunas traducciones, además de artículos en el periódico Correio mercantil.(p)1998 Microsoft Corp.

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