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Literatura española - lengua y litteratura.

Publié le 29/05/2013

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Literatura española - lengua y litteratura. 1 INTRODUCCIÓN Literatura española, literatura creada en España y escrita en español, desde el siglo XI hasta nuestros días. Para más información sobre obras escritas en las otras lenguas de España y de obras escritas en español fuera de España, véase Literatura vasca; Literatura catalana; Literatura gallega; Literatura hispanoamericana y también las literaturas de cada país americano de habla española. 2 LA EDAD MEDIA Hasta la edad media, con la aparición del Cantar de Mio Cid, no se puede hablar de literatura española propiamente dicha. Hasta ese momento, se sospecha de la existencia de una poesía románica popular en aquellos estratos que no fueron totalmente asimilados por al-Andalus; de hecho, una jarcha, una de las composiciones más antiguas dentro del territorio español, no es más que la última estrofa de las moaxajas o muwassahas, unos largos poemas escritos en árabe o hebreo en España. La literatura medieval española se caracteriza por ser un crisol en el que se desarrollaron temas profanos y religiosos en diversos géneros literarios con claras influencias de las ricas culturas judía e islámica, que florecieron en la península Ibérica en aquel periodo. 2.1 Siglos XI y XII Como se ha señalado anteriormente, las obras más antiguas en lengua española son unas breves composiciones líricas de tema amoroso denominadas jarchas, composiciones escritas en lengua romance que datan de mediados del siglo XI. Muy similares a estas, pero de mayor extensión, son las cantigas, inscritas en la tradición galaico-portuguesa de la época. A continuación en el tiempo, se sitúan los cantares de gesta, poemas épicos compuestos por los juglares (véase Poesía épica), que los recitaban o cantaban en las plazas públicas o en los castillos. Los temas principales de estas epopeyas eran las luchas que enfrentaban a los caudillos de los diversos reinos cristianos de la península Ibérica contra los moros que habían conquistado la península a comienzos del siglo VIII, así como las rivalidades suscitadas entre los nobles castellanos y los de los otros reinos cristianos. La épica española reflejaba la influencia de la poesía germánica, árabe y sobre todo francesa, pero se distingue de sus modelos en que aborda los acontecimientos históricos de la época, en lugar de temas antiguos o mitológicos. Tanto en las jarchas como en los poemas épicos se encuentran ya algunos de los rasgos característicos de lo que será la literatura castellana: la ausencia de elementos maravillosos y el realismo de los temas que trata; el ejemplo más antiguo que se conserva del arte de los juglares es el anónimo Cantar de Mio Cid (c. 1140), que narra las fortunas y adversidades de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Esta composición --verdadera obra maestra del arte narrativo que exalta las virtudes del coraje, la lealtad y la entereza-- destaca por el realismo y la fuerza de sus personajes. La leyenda de los infantes de Lara, El cerco de Zamora, El poema de Fernán González, Las mocedades de Rodrigo o El Cantar de Roncesvalles son otros cantos épicos importantes. A finales del siglo XII suele fecharse el denominado Auto de los Reyes Magos, la única pieza dramática medieval conservada, aunque incompleta (véase Autos). 2.2 Siglos XIII y XIV En el siglo XIII los escritores cultos comenzaron a refundir en verso castellano las vidas de los santos, las leyendas moralizadoras y otros relatos antiguos, comunes en latín. Esta actividad poética, conocida como mester de clerecía, se desarrolló primero en los monasterios, caracterizándose, a diferencia del mester de juglaría, por una estricta observancia de la métrica. El poeta más representativo del mester de clerecía es Gonzalo de Berceo, poeta riojano que desarrolló su actividad como miembro del monasterio de San Millán de la Cogolla, y que recreó las narraciones piadosas dándoles forma de poemas y confiriéndoles una frescura y fervor renovados. Entre sus obras destaca los Milagros de Nuestra Señora, pequeña colección de 25 narraciones en verso, que cuenta diferentes milagros de la Virgen con carácter alegórico y de gran calidad literaria. La prosa literaria castellana surge con fuerza en la persona de Alfonso X el Sabio. Castilla fue uno de los primeros estados europeos en desarrollar este tipo de literatura, muy diferente a los poemas que venían escribiéndose hasta entonces. Una multitud de jurisconsultos, historiadores, traductores y especialistas en diversos campos del saber trabajaron bajo su supervisión en un formidable intento de recopilar todo el conocimiento de la época en la Escuela de traductores de Toledo. Para ello, recurrieron a fuentes islámicas, judías y cristianas, pues el reino de Castilla era en aquella época un punto de encuentro para las personas doctas de las tres culturas. Este trabajo en conjunto estimuló el flujo de la cultura oriental hacia el occidente europeo. La prosa castellana, que con Alfonso X se convirtió en un poderoso medio de expresión, alcanzó la madurez artística en la obra de su sobrino, el infante don Juan Manuel, quien escribió la colección de relatos didácticos El conde Lucanor (1335). Hacia 1305 apareció el primer libro de caballerías español de cierta longitud, El caballero Zifar. La poesía de Juan Ruiz, también llamado Arcipreste de Hita, forma parte de lo más selecto de la literatura española. Sus ideales y recursos estilísticos eran en principio los de la edad media, pero supo expresar su individualidad de una manera que se asemeja más a los escritores renacentistas que a los medievales. Su Libro de Buen Amor es una colección de poesías escritas en forma de autobiografía satírica y contiene ejemplos de prácticamente todas las formas y temas poéticos de la edad media. La fama de que gozó el Libro de Buen Amor, desde el momento en que fue escrito, hizo que los juglares recitaran de forma oral los pasajes más divertidos, para divulgarlos entre el pueblo llano. Al igual que su contemporáneo Geoffrey Chaucer, Juan Ruiz contempla la vida con un aguzado sentido del humor, semejante a los textos de la literatura goliárdica. Por último, merece destacarse a Pero López de Ayala, canciller de Castilla y autor de Rimado de Palacio, que suele considerarse punto de unión entre la tradición medieval y la humanística. 2.3 Siglo XV Durante el siglo XV la producción literaria española aumentó de un modo espectacular. Los poetas más destacados de este periodo son Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana; Juan de Mena, autor del poema alegórico Laberinto de Fortuna, y sobre todo, Jorge Manrique, quien en las Coplas a la muerte de su padre dio expresión perfecta a la aceptación cristiana de la muerte. Asimismo, merece ser mencionado Gómez Manrique. La lírica culta de este siglo, en la que se impone la lengua castellana frente al gallego-portugués, es principalmente de carácter cortesano. La producción poética de la época aparece agrupada en cancioneros, antologías que recogen poemas de uno o varios autores. Aunque los temas son variados, el amor es el que predomina, presentado habitualmente con las características del amor cortés. Entre los cancioneros más destacados se encuentran el de Baena, recopilado por Juan Alfonso de Baena, o el de Stúñiga, que toma su nombre del primer poeta que se encuentra en él, Lope de Stúñiga. En la lírica popular, destacan las historias de los poemas épicos, que estaban reunidas en los romanceros, colecciones de romances que se cantaban con acompañamiento instrumental. Con las modificaciones introducidas por los juglares, el romancero adoptó su forma definitiva, ocupándose también de los acontecimientos de cada época. Destacan también los villancicos, composiciones líricas de arte menor, formadas por estribillo y glosa, con un origen medieval, común a las jarchas y las cantigas de amigo, pero cuyos primeros testimonios escritos aparecen en este siglo. Durante el siglo XV floreció la literatura satírica e histórica. Con el reinado de los Reyes Católicos comienza una nueva etapa en la literatura española, que se caracteriza por el pleno desarrollo del humanismo y la lectura directa de los textos clásicos de Roma y Grecia. El humanista más destacado de la época fue el gramático y lexicógrafo Antonio de Nebrija, autor de la Gramática de la lengua castellana (1492). En este periodo cobró también forma definitiva la novela de caballerías española más famosa e imitada, el Amadís de Gaula (1508), publicándose posteriormente muchas novelas de caballerías a semejanza suya. Destacan en esta época otros nombres como Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera, autor del Corbacho; Diego de San Pedro y su Cárcel de amor, o el cronista Hernando del Pulgar. La Celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea (1499), escrita por Fernando de Rojas, es otra de las obras más significativas de la literatura española. La Celestina es una novela dialogada que combina elementos narrativos y teatrales. Las fuentes literarias de esta obra, que ejerció una influencia considerable en la literatura posterior, son latinas y medievales, pero expresan un concepto de la vida que difiere con radicalidad del espíritu religioso de la edad media. El argumento desarrolla una historia de amor apasionado: el joven Calisto busca la ayuda y la complicidad del siervo Sempronio y la trotaconventos o alcahueta Celestina, para convencer a Melibea de que le entregue su amor. Las vidas de estos personajes se entrelazan de tal manera que es la causa de su perdición. Nunca hasta entonces se había presentado la tragedia de la vida en la literatura española con tal profundidad psicológica y tanta maestría en el manejo de los medios de expresión. La madurez artística y el dominio de los registros estilísticos de Fernando de Rojas fueron un modelo valiosísimo para los escritores del siglo de oro español, que se inició poco después de la publicación de esta obra pionera. 3 EL RENACIMIENTO Y EL SIGLO DE ORO Bajo el reinado de Carlos I, España dominó gran parte de Europa y estableció un imperio colonial en América. Durante este periodo los escritores españoles siguieron las tendencias filosóficas y artísticas del renacimiento. En el campo de las ideas, Erasmo de Rotterdam fue quien ejerció mayor influencia. Las obras de algunos de sus discípulos españoles, entre los que se encontraban el filósofo Luis Vives y el teólogo Juan de Valdés, fueron muy leídas y se tradujeron a diversas lenguas europeas. Lo mismo cabe decir de las obras de su contemporáneo Antonio de Guevara, divulgador e historiador franciscano. Durante este periodo se escribieron diálogos humanísticos, especialment...

« Antonio de Nebrija, autor de la Gramática de la lengua castellana (1492).

En este periodo cobró también forma definitiva la novela de caballerías española más famosa e imitada, el Amadís de Gaula (1508), publicándose posteriormente muchas novelas de caballerías a semejanza suya.

Destacan en esta época otros nombres como Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera, autor del Corbacho ; Diego de San Pedro y su Cárcel de amor, o el cronista Hernando del Pulgar. La Celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea (1499), escrita por Fernando de Rojas, es otra de las obras más significativas de la literatura española.

La Celestina es una novela dialogada que combina elementos narrativos y teatrales.

Las fuentes literarias de esta obra, que ejerció una influencia considerable en la literatura posterior, sonlatinas y medievales, pero expresan un concepto de la vida que difiere con radicalidad del espíritu religioso de la edad media.

El argumento desarrolla una historia de amorapasionado: el joven Calisto busca la ayuda y la complicidad del siervo Sempronio y la trotaconventos o alcahueta Celestina, para convencer a Melibea de que le entreguesu amor.

Las vidas de estos personajes se entrelazan de tal manera que es la causa de su perdición.

Nunca hasta entonces se había presentado la tragedia de la vida en laliteratura española con tal profundidad psicológica y tanta maestría en el manejo de los medios de expresión.

La madurez artística y el dominio de los registros estilísticosde Fernando de Rojas fueron un modelo valiosísimo para los escritores del siglo de oro español, que se inició poco después de la publicación de esta obra pionera. 3 EL RENACIMIENTO Y EL SIGLO DE ORO Bajo el reinado de Carlos I, España dominó gran parte de Europa y estableció un imperio colonial en América.

Durante este periodo los escritores españoles siguieron lastendencias filosóficas y artísticas del renacimiento.

En el campo de las ideas, Erasmo de Rotterdam fue quien ejerció mayor influencia.

Las obras de algunos de susdiscípulos españoles, entre los que se encontraban el filósofo Luis Vives y el teólogo Juan de Valdés, fueron muy leídas y se tradujeron a diversas lenguas europeas.

Lomismo cabe decir de las obras de su contemporáneo Antonio de Guevara, divulgador e historiador franciscano.

Durante este periodo se escribieron diálogos humanísticos,especialmente por parte de los seguidores de Erasmo, y se cultivó la historiografía.

Los historiadores más importantes del renacimiento y el siglo de oro español son DiegoHurtado de Mendoza y el jesuita Juan de Mariana. 3.1 Temas y estilos poéticos La poesía bucólica o pastoril, que pinta la vida y costumbres de pastores o de personajes que se hacen pasar por pastores, es otro de los géneros que florecieron durante elsiglo de oro.

Los temas y ambientes de la poesía pastoril, junto con formas métricas italianas como el soneto, la octava, la canción, el terceto y el verso libre, fueronutilizados por primera vez de manera habitual por Juan Boscán y Garcilaso de la Vega.

Garcilaso fue no solo un innovador en el uso de la métrica italiana y los temasbucólicos, sino también un excelente poeta capaz de transmitir sentimientos auténticos en versos de una serenidad clásica.

Curiosamente siempre se le ha consideradomodelo de lengua y métrica, y no sufrió el ostracismo de los neoclásicos y románticos, que sí padecieron Góngora y otros poetas del siglo de oro. En la literatura española, más que en la de otros países, la innovación rara vez sustituye por completo a las tradiciones establecidas.

De este modo, los usos poéticosantiguos y nuevos coexistieron durante el siglo XVI.

Así, en paralelo a la novedad que representa Garcilaso, se desarrolla la obra poética de Cristóbal de Castillejo,representante de la tradición castellana.

La vida religiosa en España se intensificó a mediados del siglo XVI, en parte como consecuencia de la preocupación que sentían loscatólicos españoles por la Reforma protestante.

El nuevo estilo poético se acomodó a la expresión de actitudes espirituales muy alejadas de la poesía pastoril.

El primer granpoeta de este género fue fray Luis de León, en cuyos versos la devoción cristiana se conjuga con el culto a la belleza, el amor a la naturaleza y la búsqueda de la serenidadclásica característica del renacimiento.

Fray Luis de León, inspirado por Petrarca, Virgilio y Horacio, compuso Vida retirada, Oda a Salinas y numerosos textos en prosa.

Se le acusó de haber traducido al castellano, a partir del texto hebreo, el Cantar de los cantares, lo que violaba el Concilio de Trento, que prohibía traducir los textos a una lengua vulgar; el proceso, en el que finalmente fue declarado inocente, duró cinco años. San Juan de la Cruz, contemporáneo de fray Luis, compuso lo que para muchos críticos son los versos más intensos y radiantes de la lengua española.

En estos poemasintenta expresar —en términos de amor humano— la inefable experiencia mística de la unión del alma humana con Dios.

Otros poetas importantes de esta época sonGutierre de Cetina y Fernando de Herrera, quien cultivó el estilo barroco característico del siguiente periodo de la literatura española. La poesía barroca, que se caracteriza por la proliferación de metáforas y otros recursos retóricos típicos del renacimiento, alcanzó sus cotas más altas en el siglo XVII.

Losmejores ejemplos corresponden a las complejas, y en ocasiones rebuscadas, obras de Luis de Góngora y Argote.

De su nombre procede el término gongorismo, con el que se designa el estilo de la poesía española del barroco fuera de España.

Góngora ha sido criticado con frecuencia por la tremenda complejidad y artificiosidad de gran partede su obra, pese a lo cual sigue siendo considerado uno de los maestros indiscutibles de la poesía española.

Otra figura señera de la literatura española es Francisco deQuevedo y Villegas —poeta, novelista, ensayista y satírico—, que cultivó una poesía llamada conceptista, de corte algo más intimista y burlesca, con un matiz claramentepersonal, pero que no ignora, sin embargo, los versos graves y moralistas ( véase Barroco: Culteranismo y conceptismo ). 3.2 Prosa religiosa Durante los dos últimos tercios del siglo XVI, diversos autores místicos y ascéticos ( véase Ascética) escribieron obras de considerable importancia.

Entre ellos cabe destacar al dominico fray Luis de Granada —cuyos escritos reflejan tanto su ascetismo como su profundo amor a la naturaleza— y, sobre todo, a la mística santa Teresa de Jesús,que creó una nueva simbología para expresar sus experiencias místicas.

En sus tratados, santa Teresa de Jesús alcanza la espontaneidad y la frescura de la lengua coloquialy reclama para la literatura la misma sencillez que defiende para su vida en la Tierra.

El teólogo más importante del siglo de oro fue el filósofo escolástico Francisco Suárez,cuyas obras están escritas en latín. 3.3 Nuevos géneros literarios Hacia 1550 surgen varios géneros literarios hasta entonces desconocidos.

Entre ellos se encuentran la novela pastoril, la novela morisca y la novela picaresca. La novela pastoril, que narra las aventuras y desventuras amorosas de pastores idealizados, es un género que ya había florecido con antelación en Italia y Portugal.

Elejemplo más notable de novela pastoril en lengua española es La Diana, del portugués Jorge de Montemayor. La novela morisca fue una invención española que combinó las tendencias literarias de los siglos anteriores con las del siglo XVI, presentando los relatos caballerescos de laguerra contra los moros en forma de novela.

Su primer ejemplo es el relato anónimo Historia de Abencerraje y la hermosa Jarifa (1598). Tanto las novelas pastoriles como las moriscas presentan imágenes idealizadas de la naturaleza humana.

Por el contrario, la novela anónima Lazarillo de Tormes (1554) muestra una visión pesimista de la sociedad a través de los ojos de un pícaro que sirve a diversos amos.

Esta obra es el prototipo de la novela picaresca que floreció acomienzos del siglo XVII.

El Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, y la Historia de la vida del Buscón, de Quevedo, son los ejemplos más sobresalientes del género picaresco.

Este género literario alcanzó un gran éxito en España y en el extranjero, influyendo de manera determinante en la novela europea del XVIII. Los escritores de novela picaresca presentan una visión sombría de la humanidad, no menos distorsionada a su manera que la imagen idealizada de la literatura bucólica ode caballerías.

En contraposición a esa visión deformada de la naturaleza humana, la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, y en especial Don Quijote de la Mancha (1605- 1615), presenta una imagen completa de la humanidad, que refleja tanto su grandeza como sus debilidades.

Es probable que Cervantes comenzara a escribir el Quijote con la única intención de tramar una historia divertida y burlarse de la moda de los libros de caballerías, que constituían la literatura de evasión en aquella época.

Desde lasprimeras páginas, sin embargo, el libro presenta una historia cuya naturaleza multidimensional alcanza un grado al que hasta entonces ninguna narrativa europea se habíaaproximado.

Loco y sabio, grotesco y admirable, Don Quijote se muestra ante el lector como un ser humano verosímil y creíble, a pesar de su compleja naturaleza y de losvaivenes a que lo somete el enfrentamiento de su mundo onírico con la realidad.

Igual de creíble y complejo es el personaje de su escudero, Sancho Panza.

El prosaico. »

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