EL HUMANISMO ESPANOL
Publié le 16/09/2014
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EL HUMANISMO ESPANOL
Los esparioles nos doIemos de que las cosas que mas queremos : las amistades, los aurores, las honras y los placeres, sean pasajeros e insustanciales. Las rosas se marchitan : la rota, en cambio, que es perenne, sOlo nos ofrece su dureza e insen-sibilidad. La vida se nos presenta en un dilema insoportable : lo que vale no dura ; lo que no vale se eterniza. Encerrados en esta alternativa, cornu Segismundo en su prisi6n, queremos una eternidad que nos sea propicia, una rota amorosa, un « eje diamantino «. En los grandes momentes de nuestra his¬toria nos lanzamos a realizar el bien en la tierra, buscando la realidad perenne en la verdad y en la virtud. Otras veces, cuando a los periodos épices siguen los de cansancio, nos recogemos en nuestra fe, y, corn() Segismundo, nos decimos
Acudamos a lo eterno
que es la fama vividora,
donde ni duermen Ias dichas
ni las grandezas reposan.
«
tI,.1 hombre que enscfia la Iglesia Cat6lica.
Pero ha penetrado tan profundamente en las conciencias espafiolas, que la aceptan, con ligeras variantes, hasta las menos religiosas.
X o hay naci6n n1às rcacia que la nuestra a admitir la superioriùad de unos pueblos sobre otros o de unas clases sociales sobre otras.
Todo espafiol cree que Io que hacc otro hon1bre Io puede hacer él.
l?.am6n y Cajal se sintiô moleste>, de estudiante, al ver que no habla nornbres espafioles en los textos de :vledicina.
Y sin encomendarse a J)ios ni al diablo, se agarrô a un nücroscopio y no le soltô de la n1ano hasta que los textos tuvieron cp1e contarle entre los grandes investigadores.
i~ el caso de Cajal es reprcsen tativo, porque en el momento mis1no de la humiliaci6n y la derrota, cuando los estadistas extranjeros contaban a }:spafia entre las naciones moribundas, los espafi.oles se proclamaron unos a oiros el Evangelio de la rcgeneraciôn.
En vez de parafra scar a San Agustin y decirsc que la verdad habita en el intcrior de Espafia, se fueron por los paises extranjeros para averiguar en qué consiste su superioridad, y ya no cabe duda de que el convencin1iento de que podcmos hacer lo que otros pueblos, nos tendrâ que rcgenerar, ya que la admiraci6n incondicional, abyecta, de todo Io extranjcro no sobrevivirâ al fracaso, ya casi evidcnte, de cuantos prîncipios religiosos, morales y politi cos, contrarios a nuestra tradîciün ha tre1nolado el mundo en estos siglos ...
Ramiro de MAEZTU
JJejensa de la Hispanidad
COMENTARIO
1 r:· Qué anhelo descubren los espaiioles al dolerse de las casas que mds quieren ? ,,.
Par qué enfonces, la vida les es ''un dilema inso portable » ? (.
Quién es Segismundo y c6mo puede ser un ejemplo de aquel dilema ?
2 ( Cudles fueron « los grandes momentos de nuestra historia n ? r:· Cudndo los espaiioles se « recogieron en su Je >)y qué valor enfonces proclamaron ?
8 r! C6mo vacila este sentiminto de eternidad y qué le sustituye entonces?
4 Comente los componentes del humanismo espaiiol en el plana social y en el dominio espiritual.
Aquel ), r:· facilita o impide la ({ conversi6n »de Raimundo Lulio ode Juan de Maiiara ?
5 r:" Par gué, entonces, se «santigua espantado el espaiiol 1> ante el engreido, que se cree incapaz de delito y de error ?
6 r:" En qué consiste el« Evangelio de la regeneraci6n » ?.
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