Lo que hay que aguantar

Comentario de

 Lo que hay que aguantar

El documento que nos toca estudiar hoy se presenta bajo la forma de un texto que se título «Lo que hay que aguantar», extracto de la segunda novela de Carmen Rico-Godoy cuyo nombre es «Cómo ser mujer y no morir en el intento» publicado en 1990. La historia pone en escena a una pareja y su hijo Diego y sabemos que que la escena ocurre en otoño lo que marca la vuelta a la vida cotidiana para todos los miembros de la familia.Hemos aquí el testimonio de una familia a través de los ojos de la mujer y madre de una  familia cualquiera española. Nos da parte de su condición de vida y sus sentidos como mujer, ama de casa y madre con un tono humorístico.

Estudiaremos el texto de manera cronológico para entender bien en una primera parte las causas interiores de sufrimiento y en una segunda parte las causas exteriores.

Desde el principio del texto, la mujer nos cuenta con mucha ironía y sarcasmo de todas las tareas que se le echan encima a cada vuelta de vacaciones como factura del colegio, del coche etc.. lo subraya la línea 4 «caen (...) tintorería».Es la vuelta a una rutina que odia como ir a la peluquería o reunirse con los amigos, todas estas cosas que le recuerda que ella no herida no en su condición y que se siente como aplastada por responsabilidades que es obligada a asumir podemos justificarlo con las líneas 5 y 6: «odiosa (...) con los amigos»Por otra parte podemos observar que se emplea muchas obligaciones como «obligada» l.5 y «hay que» l.6.

A la primera mirada, esta mujer tiene todo para ser feliz, su bronceado nos prueba que tuvo la posibilidad de ir de vacaciones, está casada, tiene un chico, amigos, la oportunidad de ir a la peluquería etc..Y sin embargo, vemos que en el segundo párrafo, habla con melancolía y desesperación. Como si fuera encarcelada, esclava de una rutina cotidiana que no le convenía. Lo justificamos con las expresiones «cayendo las ilusiones» y « al reencuentro con la rutina del trabajo se une la de la casa».

Aquí, la mujer se queja de una desesperación interna que concierne sola ella y que no puede explicar muy bien porque veremos que las realidades causas de esa melancolía no vienen de ella sino su hijo et de su marido.

Estamos entrando ahora en el meollo de la cuestión. Desde la primera frase del tercero párrafo, Antonio, su marido, es comparado a un niño «eufórico y lleno de vitalidad» cuya su mujer tiene que ocuparse. No es designado como un marido ayunando a su mujer  en las tareas hogareñas, sino como un adolescente huyendo la casa familiar como si huyó de sus responsabilidades como hombre y como marido, lo observamos con las líneas 20 y 21: «Creo que (...) melancolía». En efecto, como si fuera un niño, olvida su cartera, su agenda, las llaves en la casa y llama a su esposa haciéndole encanto para que ella lo respaldaran. Es en este momento preciso se puede ver que él considera como su criada y trata de manipularla para tener lo que quiere.Podemos suponer que ella ha hecho lo que pidió su marido ya que el texto nos dice que  vuelve a las siete y media, enervada de haber debido ceder a los caprichos de su marido.

A continuación la primera frase del último párrafo pone de manifiesto la soledad en la que se incorpora a la mujer con una frase simple: «La puerta está cerrada con llave, lo que significa que no hay nadie en el hogar».Y luego, la situación empeora. La mujer hizo el descubrimiento de una falta de respeto por su hijo, que se permite dejar sus cosas como sabía que su madre pasaba detrás de él.En ese momento, la tristeza ha superado la ira. Y el texto se termino con esta última frase que refleja todo el sufrimiento, la desesperación y soledad de ciertas familias: «En eso detalles es en los que una nota la distancia entre las familias»

Para concluir, el narrador nos cuenta un testimonio tan divertido como conmovedor que en realidad traduce un realidad que molesta. Es que el machismo de los hombres empujaron a la mujer a asumir todo y por supuesto separar los miembros de la familia que a veces puede llegar a una distancia de hielo. Es un mensaje muy fuerte y moderno que nos envía este texto, a pesar de que tiene más de 20 años. Quizás ayudó o ayudará las mujeres a atreverse a hablar de sus condiciones de vida, del machismo de sus maridos o simplemente sus melancolías.