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l'art et la violence

Publié le 07/04/2015

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Arte y violencia Introducción Siempre, las palabras "violencia" y "arte" se bordearon y se reunieron. El uno como el resultado de un mundo imperfecto, el otro como el herramienta histórico y estético de una forma de memoria. La violencia es el motor que nace de la angustia. La representación es abolida en provecho de un gesto crudo, amoral y anormal. ¿ Pero quién dicta lo que es anormal, amoral o violento? ¿ Cuál forma de Arte conviene más y para quien? Ambivalente informe que al hombre con la violencia. El hombre siempre tuvo un informe muy ambivalente a la violencia. Las sociedades modernas la condenan y la reprimen, pero lo hacen sin embargo uso bajo formas indirectas, o hipócritas (los animales de ganadería viven en campos de concentración verdaderamente luego son matados en masa, nuestra impotencia pagada los derechos de aduana por una compasión afectada, delante de la miseria persistente de los más desprovistos). De verdad, la enfermedad y la muerte se perfilan siempre para el horizonte de cada destino individual, y aunque vemos no podemos escapar de la crueldad del mundo. Es por eso que no creo que la civilización tuviera para vocación de erradicar la violencia. Su papel es más bien, según yo, darle un sentido, separar la violencia redentora de la violencia destructora. En una palabra de dirigirla, para que estructure positivamente nuestro imaginario colectivo. ¿ Hay que darse cuenta que somos capaces de admirar y de mostrarles a los niños, para los cristianos, la representación del Cristo torturado sobre la cruz, pero que es difícil de soportar que ven al periódico televisado de las escenas de violencia ordinaria? El caso es que el arte, justamente, tiene el poder de trascender la realidad consagrándosele una dimensión mítica universal. La historia relata de toda clase de horrores; pero, gracias al arte que la representa, esta historia tan violenta se hace un tipo de cuento encantado. El horror desaparece detrás de la gracia, el acontecimiento sórdido se hace leyenda, o manifestación de justicia divina, el sufrimiento se conmuta en emoción, el asco cede la plaza el misterio sagrado. El arte, sublimando la realidad que representa, permite domesticar las fuerzas maléficas. Encantar el mundo, esto no es hacerlo un universo insípido dónde todo sería bello y gentil, como se podría creerlo demasiado a menudo, sino es reconocer a eso la poesía, la belleza profunda, y detrás de la muerte, la parte de eternidad. La violencia y el arte contemporánea: una muy diferente perspectiva Curiosamente, frente a la violencia, el arte contemporánea sigue la mayoría de las veces una gestión opuesto al de las artes tradicionales, que intentaban sublimarla. Dirigiéndose de hecho a una gente de intelectuales que amortiguaron amortizaron como máximo en su diario real el informe a las violencias societales y a las agresiones naturales (enfermedades), el arte contemporánea tiene interrupción de culpabilizarles, reenviándolos, como una mala conciencia universal, esta violencia de la cual escapan en su vida corriente. Para el hombre contemporáneo, no se trataría pues más de exorcizar la violencia, sino volverse a sumergir allí simbólicamente a través del ritual del arte. Al principio del siglo XX, la violencia de la expresión se hace un motor del arte, independiente del tema representado: las Fauvistas lo aplican por ejemplo sobre sujetos anodinos como el paisaje. El Arte Contemporánea rompió con estas relaciones, positivas a la violencia: más de representación de violentos cuentos, más sublimación teatral, más ardor gestual, más brotes coloreados; en lugar de todo esto, muy inventivo panoplia de manipulaciones metonímicas a connotación científica o industrial, dirigiendo preferentemente objetos o cuerpos reales, para reenviar la mayoría de las veces el resultado de la violencia, es decir la desaparición del ser, la muerte. Un poco como lo hacían en la pinturas del siglo XVII. Conclusión El arte y la violencia no deben ser vistos como dos entidades opuestas. Que dijo que el arte debía reflejar una imagen positiva y bella. El arte es el reflejo de escenas diversas, y la violencia forma parte de eso. La violencia es uno de los puntos de vista lo que defiende el arte, es una característica de esta disciplina.

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